LA RELACIÓN QUE EXISTE ENTRE LA
PUBLICIDAD Y EL CONSUMO
Entre la publicidad y el sistema
económico capitalista basado en el consumo, se da una relación muy estrecha. La
producción masiva de bienes de consumo exige una venta también masiva de esos
productos; ésta venta sólo puede realizarse con la ayuda de la publicidad. Por
otra parte, la publicidad aumenta la demanda de unos determinados productos por
parte de los consumidores, al despertar en éstos la necesidad de comprarlos.
PRINCIPALES FUNCIONES DE LA PUBLICIDAD
En principio, puede parecer que la
única función de la publicidad es la económica, sin embargo, se pueden
distinguir otras funciones:
La infancia de hoy demanda
inmediatez y satisfacción mediante el consumo, bajo la premisa: “No sé qué
quiero, pero lo quiero ya”. La publicidad transmitida a través de los medios se
dirige a los niños para despertar su interés por infinidad de productos o, peor
aún, los convierte en cómplices para que influyan en las decisiones de compra
de los padres. Ahora no sólo se siguen las pautas que ofrecen la escuela, la
comunidad y la familia, sino que se someten a las indicaciones emitidas por los
medios.
La lógica del consumo es: “se usa,
se gasta, se tira”, y ésta repercute incluso en las relaciones entre los seres
humanos.
Uno se cuestiona qué pasa con las
aficiones de la infancia. No es raro ver niños repitiendo letras de canciones
para adultos, y que nada tienen que ver con su experiencia. Las canciones
hablan de amor y desamor, de sexo, de problemas sociales, de estados alterados
de conciencia, y ya no existen ídolos musicales a los cuales seguir, salvo
algunos fenómenos mediáticos efímeros.
De esta forma, los niños crecen en
medio de una confusión en la que el propio valor radica en lo que se tiene, más
que en lo que se es. Pero no hay que olvidar que los niños no tienen poder
adquisitivo, y que consumen en función de lo que les den sus padres, de la
capacidad de cumplirles sus deseos y darles a manos llenas. Si se establecen
límites, los niños aprenderán a distinguir lo necesario, del deseo que nunca es
satisfecho. ¿Por qué dan tantas cosas los papás?, es el problema al que nos
enfrentamos hoy en día.
No es que los niños de hoy sean
otros, lo que pasa es que están en otro escenario, en otra situación, viven
cosas diferentes. Por ello, es preciso replantearse el concepto de cambio
generacional, porque éste se está dando muy rápido. Las tradiciones y conocimientos
que se les transmiten parecen ser insuficientes, por que hoy se experimentan
situaciones que antes no existían.